El cronista oficial de Arcos, Manuel Pérez Regordán, fallecía el 6 de marzo de 2008 a consecuencia de una trombosis que le mantenía ingresado en el Hospital San Rafael de Cádiz. El investigador histórico y académico no pudo recuperarse, a pesar de que en sus últimos días de vida había experimentado una leve mejoría. Esto provocó que el ilustre arcense dijera adiós a su amada localidad, a sus 68 años de edad, desde la Tacita de plata.
La capilla ardiente se situó en la Capilla de la Misericordia y el sepelio se ofició en la Iglesia de San Pedro Apóstol, donde su familia recibió las muestras de cariño y apoyo de buena parte de la ciudadanía arcense que quiso dar su último adiós al Cronista. Su féretro estuvo arropado por la bandera de nuestra localidad, como muestra del cariño que procesaba a Arcos.
Pérez Regordán cursó estudios de Bachillerato en el Colegio de Segunda Enseñanza Nuestra Señora de las Nieves, de Arcos, y Peritaje Mercantil en la Escuela Profesional de Comercio de Jerez de la Frontera. Posteriormente fue profesor de Prácticas Administrativas y Comerciales en los Institutos de Formación Profesional de Bornos, La Granja (en Jerez), Algodonales -del que fue Director-, y por último del Andrés Benítez de Jerez de la Frontera.
Fue nombrado Cronista Oficial de Arcos el 29 de septiembre del año 2000. Anteriormente, su libro Guía Turística de Arcos de la Frontera fue declarado Libro de Interés Turístico Nacional. Además era doblemente Premio Nacional de Artículos Periodísticos, académico numerario de la Real Academia jerezana de San Dionisio, de Ciencias, Artes y Letras; académico de la Real Hispano Americana de Cádiz; miembro del Ateneo Gaditano, Literario, Artístico y científico; miembro colaborador de la extinguida Aula de Cultura del Gobierno Militar; pertenecía a la Real Asociación de Caballeros de Nuestra Señora de Guadalupe; Caballero de la Real y Benemérita Orden Hospitalaria de San Juan Bautista de Cádiz; y miembro del Patronato de Arte de la Basílica Menor Santa María de la Asunción, de Arcos. Entre otras distinciones sociales y literarias.
Uno de sus hijos, José María, realiza cada 6 de marzo una liturgia muy peculiar a modo de recuerdo, a las doce del mediodía hace un parón, mira al cielo, alza una copa, brinda y reza el ángelus. Por la noche, acompañado de su madre, se va a cenar al Círculo de la Unión, del que fue presidente su padre.
Puedes escuchar la entrevista que le hemos realizado a José María, pinchando en el siguiente enlace.